La señal más típica de depresión es la tristeza: pesimismo, soledad, apatía. Una persona que atraviesa un trastorno depresivo se suele ver a sí misma de una forma muy negativa. Puede creer que está solo y desamparado en el mundo y a menudo se culpa a sí mismo por pequeñas faltas o defectos. Es pesimista acerca de sí mismo, del mundo que le rodea y de su futuro. Pierde todo interés por lo que sucede a su alrededor y ya no le satisfacen actividades con en que antes disfrutaba. Puede acompañarse de:
- Llanto o imposibilidad de llorar aún cuando tiene ganas de hacerlo.
- Cansancio
- Problemas de sueño: Insomnio o hipersomnia
- Cambios en el apetito y el peso.
- Problemas en la toma de decisiones.