Las creencias que tenemos acerca de nosotros mismos, aquellas cualidades, capacidades, modos de sentir o de pensar que nos atribuimos, conforman nuestra “imagen personal” o “autoimagen”.
La AUTOESTIMA es la valoración que hacemos de nosotros mismos sobre la base de las sensaciones y experiencias que hemos ido incorporando a lo largo de la vida.
El concepto de uno mismo va desarrollándose poco a poco a lo largo de la vida, cada etapa aporta en mayor o menor grado, experiencias y sentimientos, que darán como resultado una sensación general de valía e incapacidad.
La autoestima es para la persona como los cimientos a un edificio. Tener una autoestima adecuada y bien construida nos hará fuertes frente a los temporales que puedan venir (cambios laborales, crisis familiares, cambios vitales, relacione personales, etc.). Esto no quiere decir que debamos tener una autoestima alta (cómo en ocasiones se escucha), sino una autoestima óptima. Es decir, aquella que nos ayude a conseguir nuestras auténticas metas y a mantener un mejor funcionamiento global, tal y como planteaba Kernis (2003). De esta manera, la llamada autoestima óptima conlleva que la persona:
- Se conozca a sí misma
- Identifique sus principales metas, siendo consciente de sus POSIBILIDADES y LIMITACIONES.
- Dé los pasos necesarios para ir consiguiéndolas en lo posible.
Entendida su importancia, lo fundamental ahora es comprender que podemos mejorarla, y para ello debemos empezar por escucharnos. Me gustaría que pensaras en este momento cuáles son tus aspectos positivos, tus fortalezas. Si tardas bastante en encontrarlas o apenas eres capaz de decir dos o tres, esta guía puede ayudarte.
Es curioso que si el ejercicio fuese pensar en los aspectos negativos o aquellos que te gustaría cambiar y/o mejorar, la lista se completaría de forma más rápida. Estamos acostumbrados a decir lo que no se nos da bien y parece que nos da vergüenza decir lo positivo, cuando tendríamos que tenerlo más, o al menos, igual de claro y sobre todo, no temer expresarlo. Pero parece que queda de prepotente… cuando lo único que expresamos es lo que somos, cuando lo que estamos diciendo es que nos conocemos a nosotros mismos.
Las 10 características de la baja autoestima
Entre otros muchos aspectos, es frecuente encontrarse en las personas que presentan baja autoestima algunas de estas características:
- Se comparan con los demás menospreciando sus cualidades.
- Su éxito es válido si los demás lo reconocen.
- Las propias necesidades siempre quedan en último lugar.
- Comunicación no verbal insegura: evitan la mirada, se sonrojan, gestos de nerviosismo…
- Se autocastigan y se sienten culpables a menudo.
- Tomar decisiones les resulta especialmente difícil.
- Les cuesta mucho hablar de sus logros o fortalezas personales.
- Se dejan influir por la opinión de los demás.
- No se permiten disfrutar.
- Les cuesta aceptar cumplidos.
Si te ves reflejado en varias de estas características es importante que comiences a trabajar en la mejora de tu autoestima. En el próximo post hablaré de algunas formas para empezar a mejorarla. Mientras os dejo trabajando sobre esa lista de aspectos positivos de ti mismo. Prometo estar de vuelta pronto con las claves para mejorar.
Referencia bibliográfica:
Marcuello García, A.A. Autoestima y Autosuperación: Técnicas para su mejora. Psicología-online.
Roca Villanueva, E. (2013). Autoestima Sana. Una visión actual basada en la investigación. (135 – 187). España: ACDE.