Tal y como quedé en el anterior post, hoy os traigo las claves para mejorar la autoestima. No es lo único que se puede hacer, por lo que no pretende ser la guía definitiva. Pero sí que son unos buenos ejemplos y ejercicios por los que empezar.
La clave es que son pequeñas modificaciones que podemos hacer en nuestro día a día, no llevan mucho tiempo y no implican dinero; de manera que… ¡no hay excusas!
¿Cómo puedo mejorar mi autoestima? Las claves:
1. Mis aspectos positivos
Como comentaba en el post de ¿baja autoestima?, escribe un listado con tus fortalezas: aquello que se te da bien, de lo que te sientas especialmente orgulloso, aspectos que alguien haya destacado de ti en algún momento, etc. La lista puede ser todo lo larga que consideres. Si te resulta difícil encontrar aspectos positivos, prueba a lo largo de un día a fijarte en pequeños logros del día a día y sacar las características que tienes que posibilitan que lo hayas conseguido. Por ejemplo: ir al gimnasio cuando ese día no te apetecía nada, es un pequeño logro que puede estar indicando que eres constante, responsable, metódico y organizado.
2. Mis grandes logros
Recuerda un hito importante en tu vida, algo que te supuso un reto y lo superaste (acabar la universidad, conseguir un trabajo, ponerte en forma, etc.). Escribe aquellos aspectos que te hicieron falta para conseguirlo y los mensajes que te dabas a ti mismo que te animaron a perseverar.
Te ayudará a seguir detectando tus recursos y fortalezas.
3. Recuerdos positivos
Cada noche, antes de dormir, recuerda algo positivo que te haya pasado ese día o en el pasado. Te ayudará a introducir un mayor número de pensamientos positivos.
4. Tiempo para mí
Vivimos deprisa y parecen pocos los momentos en los que esto se pueda cumplir. ¡Pero es fundamental! Piensa en pequeños “caprichos” que te gustaría darte, pequeñas cosas que te guste hacer (merendar en tu cafetería favorita, darte un masaje, ver un espectáculo, darte un baño relajante…) seguro que hay cosas sencillas que te gustan y que te sorprenderá cuánto hace que no lo realizas. Date ese premio ¡lo mereces! E instáuralo como algo a hacer al menos una vez en semana.
5. Cuida tu lenguaje
A través de las palabras forjamos nuestro mundo, damos significado a lo que nos rodea por lo que es importantísimo cómo nos hablamos a nosotros mismos. Seguramente no le dirías a un compañero de trabajo que ha tenido un pequeño despiste que es un inútil o que SIEMPRE lo hace TODO mal. ¿Verdad que no? ¿Entonces por qué te hablas a ti mismo así? Todo eso repercute en nuestra autoimagen.
6. No generalices
Si te fijas en el anterior apartado, destaco la palabra ‘siempre’ y ‘todo’ en la frase: siempre lo haces todo mal. Vamos a analizarla… ¿verdaderamente se puede hacer siempre todo mal? ¡Ni aunque lo intentes con todas tus fuerzas! Puede que algo no haya ido como esperabas pero no quiere decir que en general y en todos los aspectos de nuestra vida seamos “desastrosos”. Cambia las expresiones que implican generalizar por otras como ‘es posible’, ‘a veces’ o ‘a menudo’.
7. Preguntas para una vida feliz
Esta sencilla tarea de Luc Isebaert (2005), consiste en plantearse todos los días las siguientes preguntas:
- ¿Qué pequeña cosa he hecho hoy de la que estoy satisfecho?
- ¿Qué pequeña cosa ha hecho hoy alguien conmigo o por mí por la que estoy satisfecho o agradecido? ¿De qué forma mi reacción hace más probable que lo repita?
No hay que identificar elementos que nos produzcan un gran placer, sino momentos en que estés satisfecho, es decir, pequeñas cosas; que al fin y al cabo son de las que está hecha la vida.
8. Tus proyectos
Es fundamental tener algo en mente que nos suponga un pequeño reto, algo que queramos lograr para mejorar y satisfacer nuestras necesidades. Para ello, piensa en algo que quieras cambiar o iniciar y plantéate una meta clara y concreta. Por ejemplo, si acabas de empezar a salir a correr, tu objetivo no debe ser que en un mes puedas hacer una maratón… Debes fijarte una meta realista, divisible, personal y medible. De manera que puedas cumplir en un plazo relativamente corto (semanas) y que puedas dividir en pequeños pasos de manera que te motives al ir consiguiéndolo. Siguiendo el ejemplo, empezarías con pocos kilómetros hasta alcanzar en un plazo más largo los 42 km. Pero tu objetivo no debe ser la maratón sino el paso intermedio que vayas fijando cada semana.
9. Revisar el yo ideal
A veces nos exigimos ser alguien que difícilmente puede ser real. Las expectativas que tenemos no se cumplen y genera frustración y nos daña la autoestima. Pero el problema no es que no cumplamos con ello, sino que el yo ideal no es realista. Ayudado por las fortalezas que has ido sacando descubre cuál es ese yo ideal pero de forma realista para que con ‘tus proyectos’ logres acercarte. Modifica las exigencias: “tengo que ser…”, por preferencias: “me gustaría conseguir…” parece algo tonto, pero no lo es en absoluto. Cuando nos exigimos parece que sólo existe esa posibilidad y si no lo logramos somos lo peor, pero las preferencias no añade tanta presión.
10. La caja de recursos
Prepara una caja bonita o algún lugar donde guardar todo aquello que te pueda ayudar en un mal momento (por que todos los tenemos). En ella puedes meter post-it que te recuerden qué hacer, como ponerte esa canción que te activa, vestirse con aquello que te sienta bien, pasear, ver tu película favorita, objetos que te recuerden un bonito viaje, fotos de grandes momentos, etc.
Y hasta aquí la pequeña guía para mejorar tu autoestima. Parece sencillo pero en ocasiones los esquemas de pensamiento que nos acompañan desde hace tanto no nos permiten progresar, pero eso no quiere decir que no puedas mejorar tu autoestima, tan sólo significa que podrías necesitar alguien que te guíe en este proceso de cambio.
Si es así, estaré encantada de ayudarte porque sanar tu autoestima te puede abrir un gran camino hacia muchas cosas importantes en tu vida. https://psicologiamadridvallejo.es/tratamientos-psicologicos/adultos/
Recuerda que son tus cimientos, tu protección frente a las dificultades.
Referencia bibliográfica:
Beyebach, M.; Herrero de Vega, M. (2010). 200 tareas en terapia breve. Barcelona: Herder Editorial.
Marcuello García, A.A. Autoestima y Autosuperación: Técnicas para su mejora. Psicología-online.
Roca Villanueva, E. (2013). Autoestima Sana. Una visión actual basada en la investigación. (135 – 187). España: ACDE.